martes, 16 de noviembre de 2010

IN CUBICULUM...


Así llamaban nuestros ancestros latinos al dormitorio, "cubiculum". Y si reflexionamos sobre las connotaciones de ese término, veremos que esa denominación sugiere un espacio pequeño, recogido, retirado y pacífico. Algo que en la actualidad parece que hemos olvidado: llenamos nuestros dormitorios con televisores, ordenadores, radiodespertadores, móviles... Aparatos que no contribuyen precisamente al recogimeinto y la paz mental.


Un dormitorio debería ser un lugar casi sagrado, un santuario en el que nos refugiamos a descansar y reponer energías, lejos del mundanal ruido. Por ello, os recomiendo lo siguiente:



- Es adecuado situar el dormitorio lo más lejos posible de la puerta de entrada, en la zona más yin o privada de la casa, lejos del ruido y del mundo exterior.


-Eviteremos cualquier elemento estimulante, tanto en la decoración como en el mobiliario, los colores o los aparatos eléctricos antes citados.


- Cualquier objeto que remita a actividades diurnas (ropa usada ese día) o que estimule la mente (libros por leer, informes de trabajo o estudios) deberá ser guardado y retirado de la vista antes de dormir. Si el dormitorio hace las veces de estudio, delimitaremos claramente los espacios, con biombos o mamparas, por ejemplo.


- Formas suaves, líneas sencillas, colores neutros o relajantes, cojines mullidos, una planta pequeña o una flor: todo ello contribuye al descanso nocturno.


- Disponer de un buen cabecero, de madera, es vital para la sensación de estabilidad mientras se duerme. Los pies de la cama deben estar libres de objetos.


- Eviraremos el paso de cables eléctricos por detrás del cabecero, así como somieres metálicos, colchones de muelles y móviles a menos de metro y medio de nuestra cabeza durante la noche.


- Eliminemos el radiodespertador enchufado a la red: sustituyámoslo por uno de pilas o mejor aún, usemos "el despertador biológico".


- Lo ideal es que desde la cama podamos ver la puerta de la habitación y que el cabecero esté colocado en una pared sin puertas o ventanas y que no linde con un cuarto de baño o cocina. Tampoco conviene dormir en la vertical de un garaje o cocina cuando la casa posee dos plantas. Colocar la cama a eje con la puerta de entrada no es muy aconsejable: dormiríamos "con los pies por delante"...


- El feng shui tradicional desaconseja dormir debajo de vigas visibles. Si no es posible evitarlas, las pintaremos del mismo color que el techo. Otra opción es colocar un dosel de tela entre el techo y la cama.


- Si nuetra habitación tiene un techo inclinado es mejor situar el cabecero en la pared más alta. Si no fuese posible, hacerlo en la de enfrente, nunca en las laterales, colocando un cabezal alto y luces ascendentes que den sensación de altura.


- Las mejores direcciones para orientar la cabeza al dormir son el norte (descanso) y el este (regeneración y vitalidad). El oeste desvitaliza un poco aunque es buena opción temporal si estamos muy excitados o inquietos. El sur enerva, siendo una dirección provisional para cuando estemos enfermos o convalecientes.


- Si usamos espejos en el dormitorio es mejor situarlos en las puertas interiores de los armarios: Caso de estar visibles en otro lugar, los cubriremos durante la noche con una tela o tapiz de nuestro gusto.


- En el caso de camas de matrimonio, cada cual debe tener espacio suficiente en el lateral de la misma, así como su propia mesilla de noche.


- A menos que se duerma sobre suelo de madera y en contacto con la tierra, es aconsejable elevar la cama un mínimo de 45 cms del suelo.


- Finalmente, cuidaremos mucho los ángulos agudos o agresivos en el mobiliario del entorno de la cama: optaremos por las curvas suaves y los elementos naturales.



¡FELIZ Y REPARADOR DESCANSO!

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