jueves, 18 de noviembre de 2010
EL CUARTO DE LOS PEQUES.
Concluimos, por ahora, esta serie de artículos dedicados a consejos prácticos para el hogar, con unas indicaciones sobre los dormitorios infantiles.
Este tipo de espacios deben ser lugares sencillos y acogedores, donde los más pequeños se sientan seguros y libres para desarrollar su imaginación y creatividad. Además es conveniente que sean lugares que propicien el descanso y la regeneración, tan necesarios en los niños en crecimiento.
Vamos con algunos consejos prácticos al respecto:
- Como los niños crecen muy deprisa, es conveniente cambiar o reorganizar el mobiliario cada dos años aproximadamente. La decoración se puede variar con más frecuencia, teniendo siempre en cuenta los gustos y el momento vital de los pequeños. Ellos suelen saber, intuitivamente, lo que necesitan o les conviene en cada momento.
- Es muy importante que desde la primera infancia enseñemos y habituemos a los niños a mantener su espacio limpio y ordenado, implicándoles, poco a poco, en el mantenimiento y cuidado de sus habitaciones. Muebles, estanterías o armarios de vivos y atractivos colores, pueden ser un estímulo en este sentido.
- Si observamos que el niño duerme mal y se desplaza sistemáticamente a un lugar concreto de la cama, evitando otro, habremos de considerar la posibilidad de cambiar la ubicación de la cama. Probablemete esté durmiendo sobre una geopatía o cerca de un campo eléctrico, magnético o de una fuente de emisión de microondas (móviles, WIFI...).
- No conviene atestar el hueco de debajo de la cama con objetos de toda índole: tan sólo cabría guardar sábanas, colchas, edredones y demás telas relacionadas con el descanso, así como ropa que no se use en ese momento.
- Al igual que en la cama de cualquier adulto, no debemos orientar los pies del niño hacia la puerta de entrada y es conveniente que vea dicha puerta desde su posición de tumbado.
- Igualmente importante es un buen cabecero, apoyado sobre una pared sin puertas ni ventanas, así como evitar aparatos eléctricos y/o electrónicos en el dormitorio.
- Evitaremos la colocación de grandes espejos visibles durante la noche. Si existen, los cubriremos mientras el niño duerme.
- Aunque en el caso de los adultos el tono azul en el dormitorio puede ser conveniente por su efecto relajante, en el caso de un niño puede llegar a ser depresivo. Optemos por tonos más cálidos, sin caer en la estridencia.
- Las formas curvas estimulan la creatividad en el niño y las líneas verticales dan sensación de confianza y seguridad. Tengamos esto en cuenta a la hora de decorar o amueblar los dormitorios infantiles.
- Las imágenes de animales preferidos por los niños, especialmente perros, aportan sensación de familiaridad. Lo mismo vale para los peluches.
- Siempre que sea posible, separaremos a niños de distintas edades para que cada cual desarrolle su propia identidad libremente. Por lo mismo, no es conveniente el uso de literas por mucho tiempo: ambos quedan atrapados y con cierta sensación de ahogo; el de arriba por el techo y el de abajo por la cama superior. Si duermen dos niños en camas contiguas, las separaremos con mesitas de noche para cada uno (ved la foto de arriba).
- Cuando el niño es pequeño y tiene miedo de la oscuridad se puede usar un piloto por las noches pero no es conveniente acostumbrarlo demasiado a esa muleta.
- Finalmente, si el dormitorio infantil se usa también como cuarto de estudio, es bueno separar ambos espacios, bien con una cortina, tela o biombo, para delimitar claramente las funciones del espacio y evitar mezclas energéticas.
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