SOBRE EL ARTE DEL VIENTO Y EL AGUA.

Muchos habréis oido hablar del feng shui, ese arte-ciencia chino, tan de moda está en las últimas décadas. Pero ¿sabemos qué significan estas palabras y qué hay detrás de ese término tan exótico? Pues sencillamente podemos traducirlo como viento y agua, es decir, el arte de armonizar al ser humano con las energías activas (viento) y receptivas (agua) del entorno. Para ello se estudia la calidad energética de un lugar y se intenta que la energía (chi) circule fácil y adecuadamente, sin bloqueos ni estancamientos. A menudo, en nuestros talleres, invitamos a las personas a imaginar ese flujo de chi como un gas o un líquido, que entrando por puertas y ventanas, buscaría la línea de menor resistencia para desplazarse por el espacio. Así, podemos imaginar cómo en un lugar dado, ese fluido se remansaría, estancaría o fluiría quizás con demasiada rapidez. Por ejemplo: en las esquinas y recodos, como en las articulaciones del cuerpo humano, tiende a acumularse la energía y también la suciedad. En pasillos muy largos con puertas en los extremos, el chi corre demasisdo deprisa, sin remansarse ni nutrir el espacio.

Así pues, veamos algunos consejos prácticos para el buen flujo de chi en la entrada de la casa:

-Esta zona es la carta de presentación de tu hogar , por lo que conviene marcarla claramente y mantenerla limpia, iluminada y ordenada: un buen felpudo y dos macetones por fuera de la puerta son un claro signo de una entrada cuidada. A veces puede ser conveniente colocar un móvil de metal que suena al rozar la puerta aunque no es una norma general.

-Nada de espejos a eje con la puerta de principal de entrada: el chi rebota y sale de la casa antes de entrar. Colocarlos de espaldas a la puerta o ligeramente desplazados del eje principal.

-Cuidado con acumular en esta zona ropa, paraguas, bolsas de basura y en general cualquier objeto que bloquee el paso de personas y energía. Despejar la entrada lo más posible.

-Si la entrada o vestíbulo son pequeños y oscuros, píntalos de colores claros e ilumínalos bien.

-Caso de existir escaleras cerca del recibidor, éstas no deberían estar a eje con la puerta principal y es conveniente que sean ligeramente curvas, para conducir el chi con suavidad hacia la planta superior. Las escaleras de caracol taladran la energía con excesiva dureza.

-Es conveniente decorar esta zona con obras de arte, plantas, flores y objetos que resulten agradables al visitante y le inviten a pasar.

-Rellenar las esquinas y ángulos muertos con objetos verticales que rompan ese exceso de "sha chi" o energía muerta.

-Una práctica oriental que podríamos adoptar es dejar los zapatos de calle a la entrada de la vivienda: así dejamos fuera todos los acontecimientos externos y nos disponemos a entrar en nuestro hogar como si de un templo se tratase. De hecho lo es...